Sopa de ajo (o sopa calentita para dias frios)

Yo creo que hay platos para determinados días y estaciones del año. Me explico: un día con frío, soleado pero con mucho frío, o un día nublado, con amenaza de nieve o aguanieve… a un día así le pega comer una sopa de ajo. Esa es la sopa que me trae recuerdos de mi niñez. De una mesa de comedor, con mi madre, mi abuela, mis primos, y la sopa de ajo servida en esos tazones grandes de barro.

Como siempre digo, habrá muchas formas de hacer una receta de un plato determinado, todas riquísimas, supongo, pero el recuerdo que tú tienes es el de esa receta familiar. Y esta es la receta que hacía mi abuela, mi madre y mis tías. Y también la que hago yo en mi casa.

La única variación es el pan. No es fácil encontrar pan de pueblo (excelente esta receta con este tipo de pan), pero también queda muy bien con el pan de barra. Mi recomendación es que sea un pan de un día para otro (meterlo en una bolsa de plástico para que quede un poco más “sentado”), y que las “lonchitas” de pan sean finas. Y por supuesto, no revolver la sopa hasta que no esté servida. Importante para que no se deshaga.

Si queréis darle un “toquecito” podéis poner unos taquitos de jamón, muy picaditos, en el fondo de los cuencos antes de echar el pan. Pero la receta originaria no llevaba jamón.

Que os aproveche.

Ingredientes

• 6 dientes de ajos grandes
• 100 ml. de aceite de oliva
• 1 litro y medio de caldo (podéis utilizar caldo de pollo o de carne de brick),
• 1 cucharadita de café de pimentón dulce
• 4 huevos (un huevo por comensal)
• 1 barra de pan (a ser posible del dia anterior)
• sal

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